En Argentina, se siembran, cada año, entre 300.000 y 400.000 hectáreas de maní, el pequeño grano de un gran complejo agroindustrial exportador que motoriza a una sólida economía regional.
Una de las características distintivas y actuales de este cultivo es que se expande hacia nuevas regiones productivas del país, aunque su corazón productivo sigue siendo el sur de Córdoba. Ahora, las provincias de San Luis, La Pampa, Buenos Aires, Tucumán y Catamarca también constituyen parte del mapa manisero.
Para construir la “geografía manisera” es fundamental que más productores se sumen cada año al sector. Bajo ese propósito, en 2020, la firma Prodeman inició un innovador programa de “cultivos llave en mano”.
A través de su plataforma de marketing digital maniseros.com, se ofrece una tentadora propuesta “todo incluido”, destinada a productores que quieren incorporar a la oleaginosa en sus rotaciones o simplemente necesitan una solución total en soja o maíz.
“El ‘Programa Llave en Mano’ es una verdadera solución total para los agricultores ya que está gerenciado en un 100% por la empresa. Además de nuestra trayectoria y conocimiento en el manejo de los cultivos, el programa incluye la oferta del servicio de dirección técnica y ejecución total del cultivo, contemplando desde la ayuda en la elección del lote hasta la cosecha”, explica Carlos Faricelli, responsable de marketing e innovación de Prodeman.
A esto, Faricelli agrega: “se ejecuta una planificación integral del maní, soja o maíz, apoyada en las buenas prácticas, y en las que Prodeman se hace cargo de la dirección técnica, la protección del cultivo, las labores y hasta la cosecha, momento en que la compañía cobrará por su participación en canje sobre lo producido, descontando el costo total del cultivo ejecutado”.
“Un traje a medida”
Desde Prodeman, sostienen que este programa permite insertar correctamente al maní en las rotaciones (en el caso de este cultivo) de cada lote y se transforma en un “traje a medida” para cada establecimiento, ya que la empresa pone a disposición su logística integral, la supervisión agronómica con un equipo de trabajo de 15 agrónomos, el apalancamiento total de los servicios e insumos y la documentación digital de todo el proceso productivo.
“Nuestro trabajo agrega innovación, sin alterar el idioma normal que el productor venía hablando antes de insertar al maní, y también es desarrollo porque se suma otro cultivo a la rotación, sosteniendo a los proveedores de soluciones, la administración, la rentabilidad del negocio, el manejo de datos y la información digitalizada”, completa Faricelli.
De esta forma, el programa de Prodeman integra también a la soja y maíz, acompañantes del maní en la secuencia de cultivos clásica de la zona central.
“Con el sistema llave en mano, el dueño de la producción es el productor. Aquí, nuestro equipo trabaja con el agricultor y éste puede escoger la solución que prefiera, accediendo a una planificación competitiva del cultivo, información técnica intensiva, a la red de contratistas de primer nivel de Prodeman y, ensayos agronómicos de genética, nutrición, rotación y protección de cultivos”, destaca Faricelli.
La gestión administrativa, la documentación comercial y el reporte permanente hasta de las labores a campo como siembra, pulverización y cosecha, todo se puede canjear con cada grano obtenido en la cosecha, con el beneficio fiscal impositivo y de captura de precios que ello implica.
“Gracias a nuestro programa puede, además, seguir en tiempo real cada una de las tareas: desde la presiembra hasta la postcosecha. El equipamiento de punta de la red de contratistas y el uso de plataformas digitales líderes le entregan esa valiosa información”, menciona el responsable.
Buenas prácticas
En este marco, un aspecto esencial del programa de Prodeman es que implica un amplio cuidado de los suelos, que se ejecuta de manera inicial con muestreos de las propiedades físicas y químicas, de manera de poder hacer las recomendaciones “a medida” de cada productor y de sus ambientes.
“Nuestra compañía trabaja con estándares de calidad exigentes y cumpliendo estrictamente Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). El programa ’llave en mano’ respeta cada uno de los puntos del plan de buenas prácticas que, en Córdoba, se revalida una vez por año”, complementa Faricelli.
Cada uno de los objetivos productivos, se apoya en una importante apuesta tecnológica basada en el uso de plataformas digitales, las cuales transfieren los datos en tiempo real, y se puede contar con una auditoría permanente, en un proceso dinámico, ágil y sencillo.
“Un mapa de nutrientes, resistencia mecánica, prescripción o datos de nuestra red de estaciones meteorológicas es propiedad del productor. La comunicación del proceso es clave ya que la sustentabilidad la definimos como la suma de rentabilidad y seguridad productiva”, enfatiza Faricelli.
Innovación
Para el responsable de marketing agro en Prodeman, el sistema “llave en mano” es un reflejo de la agricultura moderna argentina y de los nuevos negocios del agro ya que “brinda las soluciones que requieren los agricultores bajo la premisa de agronomía, rentabilidad, cumplimiento de normas, agricultura de precisión, analytics y agricultura digital”.
Al respecto, la compañía tiene en marcha un proyecto de inclusión de sensores en la arrancadora (la máquina que invierte la planta y expone la vaina del maní para su posterior recolección), que posibilita obtener indicadores de suelos, que luego sirven para utilizarlos en la determinación de la secuencia correcta de trigo, cebada o maíz.
“Para soja y maíz, la tecnología nos permitirá ejecutar un plan de fertilización con dosis variable según analítica del suelo, la extracción de nutrientes por mapas de rendimiento anteriores o ambas opciones. En maíz, se agrega el muestreo de nitrógeno antes de refertilizar, en V3-V4, para conseguir la dosis ajustada a los objetivos”, cuenta Faricelli.
En tanto, el área de innovación de Prodeman también está trabajando con drones para la determinación del número de plantas del stand para que, luego, cada productor pague solo por la planta nacida de manera de ajustar “1 semilla, 1 planta” y de esta manera aportar al incremento de la rentabilidad mediante el manejo de los detalles.