El maní es la única oleaginosa de producción extensiva que entierra sus frutos bajo la tierra, por lo que para cosecharlo hay que arrancarlo y romper el suelo. Por eso es tan importante el uso de cultivos cobertura a la salida de la cosecha ya que disminuye el impacto de la erosión eólica, mantiene la microbiología, genera raíces y mejora la porosidad, ente muchas otras cosas.
“Por suerte esas fotos de lotes que se volaban y quedaban apilados en los alambrados de los campos ya casi no se ven. El productor y también los técnicos han tomado conciencia del beneficio de tender puentes verdes entre una campaña y otra, mediante el uso de cultivos cobertura” dijo la ingeniera agrónoma Marcela Genero.
Por su ubicación geográfica, la Agencia de Extensión Rural del INTA Huinca Renancó viene trabajando muchísimo en el uso de los “cultivos de servicio” mediante ensayos a campo en el sur de la provincia.
La Bolsa de Cereales de Córdoba ha hecho un seguimiento y el departamento General Roca, que limita con la provincia de La Pampa, ha incrementado muchísimo el uso de cultivos de cobertura.
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