Los principales inconvenientes a tratar en cuanto al recurso suelo son la erosión hídrica, eólica, el anegamiento por excesos hídricos y la reposición de nutrientes en la fertilización.
Para prevenir o tratar la erosión hídrica hay labores básicas, algunas propias del manejo, como la rotación de cultivos, los cultivos de cobertura, cultivos de invierno, pasturas permanentes, alta presencia de gramíneas entre las oleaginosas durante la rotación, etc. Y otras labores tienen que ver con obras de ingeniería a nivel predial, como las terrazas, cuya construcción corresponde al productor.
El ingeniero agrónomo Marcos Barbora, representante de la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Sur de Córdoba (AIASC) ante el Consejo Regional de Conservación de Suelos de Río Cuarto, explicó que las terrazas son una especie de bordos de tierra que se realizan cortando la pendiente, para que al llover el agua no escurra pendiente abajo sino que sea detenida “in situ” por esos bordos, evitando los escurrimientos. “El objetivo no es modificar la pendiente que pueda tener el lote sino el de detener, o lentificar si la lluvia fuera muy copiosa, el escurrimiento del agua”.
Agregó que un paso previo a las terrazas, cuando la pendiente no es tan grande, es la siembra siguiendo curvas de nivel, cortando la pendiente, con lo que también se logra detener en parte el escurrimiento de las aguas. Si la pendiente es mayor y hay síntomas de erosión, lo mejor es la terraza.
“Lo importante es que el agua de lluvia quede en el lote, que se infiltre en el suelo mejorando los rendimientos de los cultivos y evitando que el agua que anteriormente iba al camino ya no arrastre tampoco la parte más fértil del suelo”, enfatizó el profesional.
Por su parte, Eugenio Fernández, Director de Conservación de Suelos y Manejo de Agua de la provincia, sostuvo que el beneficio productivo de las terrazas es tanto a nivel predial como también para los productores ubicados cuenca abajo. “En lo predial se acumula agua y en las épocas secas hay mayor humedad en los suelos. Y en años lluviosos se ordenan los escurrimientos y minimizan los daños cuenca abajo”.
Créditos para financiar la construcción de terrazas
El año pasado se creó un fondo de $53 millones para el Fortalecimiento Agroproductivo, de la mano del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la provincia y la Fundación Banco de Córdoba. Se trata de un esquema de asistencia financiera para el sector agropecuario y agroindustrial, con una tasa de interés totalmente subsidiada por la Provincia, con lo cual el beneficiario no paga intereses.
Este fondo está compuesto por tres líneas específicas que ya se vienen ejecutando. La primera de esas líneas, con un fondo de $33 millones, brinda créditos a productores agropecuarios que quieran ejecutar obras prediales de conservación de suelos en sus establecimientos, para abordar las problemáticas hídricas y de infraestructura tendientes a una producción sostenible y al cuidado de los recursos.
“Esta línea de créditos hoy está en $400 mil por productor, con dos años de gracia, y con el doble de tiempo para pagarlo, con una tasa de interés de cero. Creemos que son créditos únicos, muy beneficiosos y ya hay productores que los están tomando”, dijo Eugenio Fernández.
Para acceder a estos créditos, los productores deben contar con un plan de obra de construcción de terrazas hecho por un Ingeniero Agrónomo matriculado en Córdoba. Y las Agencias zonales de la cartera agropecuaria, como cada una de las delegaciones de la Fundación, son receptoras de los formularios.
“Es un procedimiento ágil y ahora es un buen momento para hacerlo porque termina la lluvia, viene la cosecha de granos y luego la temporada seca como para hacer estas obras”, agregó el funcionario.
Por su parte, Marcos Barbora considera que “esta línea de financiamiento es sumamente oportuna porque una de las limitantes en los proyectos de conservación es que los productores más chicos no están en condiciones de dar inicio a trabajos dentro de sus campos, que es precisamente por donde se debe empezar a controlar los escurrimientos de agua en tiempos de lluvias”.
Aplicación de técnicas de conservación
En cuanto a la escasa aplicación de técnicas y obras de conservación de suelos, Fernández comenta que algunos productores argumentan el costo, pero por otro lado “hay una falta de compromiso con el ambiente y pensamiento a corto plazo. Creo que el compromiso ético y moral con el ambiente y las generaciones futuras debe estar más presente en la toma de decisiones del productor y de todos en general. Tenemos que pensar a largo plazo”.
Desde otro punto, Barbora dijo ser optimista en cuanto a la toma de conciencia por parte de los productores. “No hemos llegado todavía a la totalidad de los productores, pero al Consejo Regional están llegando consultas sobre qué técnicas emplear para retener el agua en el predio”.