Hasta hace algunas semanas hablábamos de regiones pero hoy lo cierto es que la sequía en maní es generalizada a excepción de algunos lotes que recibieron lluvias oportunas en los Departamentos Tercero Arriba y Rio Segundo; y chaparrones puntuales en localidades del sur de la provincia de Córdoba.
Fuentes no oficiales aseguran que un 40% del área estaría buena, un 30% regular y el resto malo (ver foto con planta con baja cantidad de vainas). Sin embargo, de continuar la falta de lluvias para lo que resta de la campaña, el panorama seguiría agravándose y eso supondría pérdidas muy importantes.
Si al maní se refiere, Argentina es un importante jugador en los mercados internacionales, por lo que una sequía tan grande como la que se está desarrollando en ésta campaña debería tener impacto en el precio. Sin embargo, por estos días se observa lo contrario.
En la Gulfood por ejemplo, una de las exposiciones comerciales más importantes del mundo que se celebra en Dubai, se puede observar a los brasileros vendiendo muy barato mientras los argentinos prácticamente retirados como oferentes del mercado observan como los precios se desmoronan en lugar de subir.
“Es preferible tener la cosecha que un buen precio” dicen los más experimentados en el sector pero no tener cosecha ni precio es un combo letal. Más aun sabiendo que los costos de producción han sido de los más altos de la historia, llegando a pagar 1.000 dólares la hectárea, en muchas zonas. La paradoja es que en algunos de ellos el cultivo no logró si quiera “clavar”.
Pero hay más informaciones para este boletín…. Al impacto de la sequía y la falta de un buen precio, aparecieron problemas sanitarios severos en algunos lotes de maní, atacados por la Arañuela (ver nota en todomani.com.ar click aquí ).
Pero si hay un sector preparado para hacer como si aquí no hubiera pasado nada, es el manisero. Esto no implica que pueda haber consecuencias para algunos actores de la cadena, sin embargo, la historia indica que el sector ha sabido anteponerse a los avatares climáticos como en 1996/97 o por allá por el 1983. Aunque los que peinan canas aseguren que es la peor sequía en 80 años. Pero todo está por escribirse.