Campaña tras campaña el sur de Córdoba destina el uso del suelo a cultivos agrícolas principalmente estivales. En el departamento Río Cuarto se realizan 1.273.320 has promedio de estos cultivos y sólo 97.600 has de cultivos invernales, principalmente de trigo. Asimismo existe un notorio aumento de hectáreas de maíz en detrimento de soja en los dos últimos años.
La ingeniera Alejandra Canale, Responsable de la Agencia de Extensión del INTA Río Cuarto y miembro del CRCS, explica que “este crecimiento exponencial de la agricultura, en base principalmente a monocultivo, ha generado escasa o nula rotación, pocos residuos de rastrojo en superficie e inadecuada reposición de nutrientes, ocasionando serios problemas de degradación del suelo en los sistemas productivos”.
De esta manera, como explica la especialista, posterior a la cosecha los lotes quedan prácticamente a suelo desnudo, expuestos a la erosión eólica, hídrica, evaporación y enmalezamiento, hasta ser nuevamente sembrados cuando las condiciones climáticas de primavera lo permiten.
Alejandra Canale, Responsable AER INTA Río Cuarto y miembro del CRCS. Foto: LV16
Cultivos de cobertura
También llamados puentes verdes o cultivos de servicios, sus beneficios son poco conocidos por los productores y la comunidad en general.
Tal como manifiesta la Ingeniera, este colchón de cobertura vegetal nos protege de las lluvias intensas, puesto que las gotas de agua caen sin provocar escurrimiento, y de los vientos. Regula la temperatura del suelo, lo cubre sin dejar penetrar la luz y disminuye las malezas. Su descomposición genera nutrientes disponibles para el cultivo posterior y las raíces, al generar pequeños orificios, permite mejorar la infiltración del agua.
“La inclusión de especies invernales que no sean pastoreadas ni cosechadas son factibles para la protección del suelo y posterior liberación de los nutrientes en los procesos de degradación”, dice Alejandra.
Siembra de soja sobre centeno
Algunos estudios realizados, por el Inta y algunas universidades, en el sur de Córdoba, La Pampa y Buenos Aires, permitieron determinar que las especies de cobertura más utilizadas son centeno ciclo corto, avena, vicia villosa y la combinación de ambas, siendo el centeno el cultivo más eficiente en el uso del agua y en la captura de nutrientes como es el caso del nitrógeno.
Mejoran los rindes en la producción
Un dato importante que reflejan los innumerables ensayos realizados es que el rendimiento de los cultivos posteriores a los de cobertura no se ven afectados por incorporar esta técnica a la rotación, por el contrario mejora la producción. Igual vale destacar la importancia de respetar las fechas de siembra de estos cultivos (entre mediados de febrero hasta mitad de mayo), “ya que a medida que nos atrasamos se disminuye el potencial productivo y los beneficios”, explica Alejandra desde el INTA Río Cuarto.
Lo cierto también es que la inclusión de estos cultivos agrega una variable más a considerar e implica costos adicionales (semilla, siembra y fertilización). "Por lo tanto, se aconseja planificar, junto a un asesor técnico o una agencia de extensión rural de INTA, para profundizar en aspectos técnicos como la especie a utilizar, la fecha y densidad de siembra, distanciamiento entre hileras, momento de secado, el consumo de agua por parte de los cultivos, etc., en virtud de no tener efectos adversos por un manejo inadecuado”, concluye la ingeniera.
La aplicación de cultivos de cobertura es imprescindible en sistemas que quieran apostar a las buenas prácticas agropecuarias tendientes no sólo a mejorar rindes sino a producir con bajo impacto ambiental, cuidando nuestro principal recurso natural: el suelo.
Ensayo de especies de cultivo de cobertura: vicia villosa, avena y centeno secados químicamente.