“La campaña de semilla fue atípica, fundamentalmente por la calidad – dice Juan Soave, titular del Criadero El Carmen- Recibimos los mismos problemas que sufrió la producción para consumo, lluvias de otoño e invierno que nos provocaron grandes daños. Hemos tenido lotes de semilla de una calidad buena y por primera vez en la historia del criadero, hemos rechazado muchos lotes que no tenían el poder germinativo adecuado” (N.de la R: 80% según lo indica el INASE).
Soave explica que esta baja en la producción se sintió directamente en la comercialización ya que no pudieron cumplir con los pedidos de semilla que tenían. “El Carmen le vende a todas las maniseras y este año hubo algunas empresas a las que lamentablemente no les pudimos vender. Eso te muestra lo complicado que ha estado” explica.
Afortunadamente, la falta de condiciones climáticas óptimas hizo retrasar la siembras de maní, por lo que los productores esperaron a tener un ambiente óptimo para implantar esa semilla de menor calidad.
Pese a todo esto, la noticia es que hoy los lotes de maní se ven muy buenos, con emergencias y números de plantas adecuados. De manera que ese temor que se tenía por falta de calidad se fue revirtiendo al ver los lotes bien nacidos.
“En nuestro caso – dice Soave- hemos hecho un trabajo infernal, haciendo muestras por cada big bag que se producía y repitiendo análisis. La verdad que en los 22 años que vendo semillas, nunca me había ocurrido una situación como esta. Probablemente años atrás mucha de esa semilla no se hubiese vendido, pero hoy los análisis y la tecnología ayudan a tener mejores resultados”.