El empresario Roberto Urquía aseguró que el “efecto derrame” del campo sobre la economía ya comenzó, pero se intensificará una vez que el sector cubra “todas las necesidades de su actividad principal”, al tiempo que coincidió con los sectores fabriles que piden un tipo de cambio alto.
Urquía, uno de los titulares de Aceitera General Deheza (AGD) y del complejo exportador Terminal 6 –en sociedad con Bunge–, apoyó la marcha del gobierno de Macri y remarcó que lo “más importante” es que cuando “se equivoca, retrocede”. “La soberbia y el orgullo en el gobierno y en la cosa pública no funcionan”, recalcó.
Tras el conflicto del campo en 2008, el exsenador nacional por Córdoba tuvo esporádicas apariciones públicas. El lunes, participó del acto de lanzamiento del nuevo vuelo de Austral entre Buenos Aires-Río Cuarto y Córdoba.
En ese contexto, anticipó inversiones para ampliar la infraestructura portuaria sobre el río Paraná en 2017, a fin de absorber la mayor demanda de transporte y de almacenamiento que exige el crecimiento de la superficie de maíz, tras la eliminación de las retenciones.
Asimismo, reveló que el grupo empresarial tendrá una activa participación en las licitaciones lanzadas por el Gobierno en el rubro de energías alternativas, concretamente, en las fotovoltaicas.
Para Urquía, el vuelo de Austral “se va a usar muchísimo” porque la región “está mejor, está con un campo más oxigenado y, por ende, con la agroindustria y con la metalmecánica que funcionan mejor que en la misma época del año anterior”, describió.
El mayor valor del tipo de cambio más la eliminación de las retenciones al trigo y al maíz “le han dado un empujón importante a esta zona que es agroindustrial por excelencia”, afirmó.
En ese plano, estimó que el “efecto derrame” del campo hacia rubros como la construcción, se producirá una vez que el productor “satisfaga las necesidades financieras de su actividad principal”. “A sus ahorros, el campo lo deja en producto o los pone en ladrillos, en la construcción que reactiva la economía”, dijo.
Consultado sobre la posición de algunos sectores industriales que reclaman un dólar más alto que el actual, Urquía coincidió. “Siempre fui partidario de una economía con un dólar alto porque incentiva mucho la economía cuando el mercado interno es chico, como el nuestro”, definió.
Explicó que durante 2003-2004, cuando gobernaba Néstor Kirchner, “la economía resurgió de una situación muy complicada con un tipo de cambio muy agresivo. Así también fue el desarrollo de los Tigres Asiáticos, con un dólar alto”, remarcó. “Soy partidario de esto, sé que mucha gente me puede criticar, pero cada uno tiene su punto de vista”, comentó.
Sostuvo, además, que Macri necesita “más tiempo” para aplicar las reformas que impulsen “el crecimiento y la equidad”.