La generación de energía a base de la cáscara de maní es un eslabón más dentro de esta extensa cadena, que no solo se suma a un proceso productivo sino lo que es más importante aún, significa un inmenso aporte a la ecología.
La empresa que lleva adelante este proyecto es Prodeman SA, una importante firma de General Cabrera que procesa grandes toneladas de maní y que se encontró frente a la necesidad de darle uso a este residuo agronómico.
En diálogo con Todo Maní, el director del proyecto de generación de energía Ingeniero Jorge Ciravegna explicó: “La cáscara de maní es un residuo agronómico que se obtiene luego de que las empresas maniseras retiren el contenido que es el maní. La cáscara significa el 30% del peso del fruto y no tiene un uso directo, por ende se obtienen alrededor de unas cincuenta mil toneladas a las que hay que buscarle un uso”.
Dentro de todas las alternativas que la empresa analizó, una fue la generación de energía en base a una biomasa, diseñando un sistema que pudiera transformar esa energía calórica en potencial de vapor y eso en energía eléctrica sin ningún agregado de combustible de origen fósil, lo que deja como resultado un proyecto con alto contenido ecológico.
La caldera es acuotubular de 40 toneladas de vapor, 65 Bar de presión con vapor sobrecalentado de 485 grados. Eso genera 10,3 megavatios continuos de energía de los cuales 1 megavatio lo absorbe el proceso mismo. El resto (9 megavatios) se inyectan directamente al sistema interconectado nacional. O sea, en General Cabrera habría un punto de inyección de 9 megavatios que estará disponible las 24 horas del día durante once meses del año.
“Para entender mejor que cantidad de energía se producirá podemos decir que Prodeman, una industria que procesa una cantidad importante de maní con más de doscientos cincuenta empleados está consumiendo para todo el proceso alrededor de 2 megavatios y medio, por ende la energía producida alcanzaría perfectamente para abastecer a General Cabrera” señaló Ciravegna.
Financiamiento y ejecución
Con respecto a los fondos mediante los cuales se financia el proyecto, el ingeniero explicó: “El tema de la financiación es muy complicado porque estamos hablando de un proyecto que tiene un costo mayor a los cien millones de pesos. Nosotros participamos de una convocatoria del Ministerios de Ciencias y Tecnologías de la Nación donde presentamos un proyecto basado en un principio ecológico. Se eligieron dos proyectos ejecutables en el país, uno fue en Misiones y el otro es el nuestro, por lo tanto el ministerio financia en carácter de subsidio un porcentaje importante y el resto es financiación propia de la empresa. Aun nos encontramos en la etapa de construcción pero el objetivo es que en Febrero o Marzo de 2015 ya estemos generando energía”.
Ciravegna agrego que a demás de las cincuenta mil toneladas de cáscara que obtiene Prodeman, estarían faltando unas quince mil toneladas adicionales para terminar de completar el objetivo de generar energía durante once meses del año, por lo que deberán absorber cáscaras de las plantas vecinas ya que las mismas se encuentran muy cerca y el costo de flete sería muy bajo.
Nada se pierde, todo se transforma
Cabe señalar que desde el punto de vista ecológico, la quema de una biomasa de origen agrario genera gases que en este caso serán pulidos bajo un sistema de doble filtro, pero la quema de la cáscara también generará un residuo que es la ceniza.
Al ser consultado sobre el particular el ingeniero respondió: “La cáscara del maní tiene una característica particular la cual deja muy bajo contenido de ceniza, pero a su vez esa ceniza tiene fosforo y algunos minerales que en proporciones agronómicas se distribuyen en los campos para mejorar el PH de los suelos castigados siembra tras siembra. Por lo tanto con la ceniza que produzca esa caldera, podremos tratar unas dos mil hectáreas por año”.
Mitigando el impacto ambiental
“Hemos medido la huella del carbono y la emisión que tiene Pordeman en todo el proceso del maní. Dejando de utilizar energía a base de combustibles fósiles por una que viene de un residuo agrícola, se equilibra la cuenta desde el punto de vista de las emisiones e incluso quedaría un remanente que entra a jugar dentro de lo que son los bonos verdes o ecológicosque se cotizaran en un mercado internacional” finalizó el director del proyecto.
Por Luciano Aguilar – Redacción TodoAgro