El certamen se realiza desde hace 20 años y premia a los mayores rendimientos en maní. El dato sobresaliente es que el evento lleva acumulado una gran cantidad de datos estadísticos que son muy importantes a los fines de comparar las prácticas de manejo y tecnologías aplicadas en los lotes mejores puntuados versus la media general.
Desde la organización manifestaron que “el concurso tiene como objetivo premiar la rentabilidad como sinónimo de calidad y rendimiento, así como también impulsar la adopción de nuevas e innovadoras tecnologías que aporten al desarrollo del cultivo de maní en la Argentina”.
En las ediciones pasadas se demostró que cuando se trata de rendimiento el maní no conoce de techos. Como sucede con otros cultivos la brecha entre la media general y el potencial de producción sigue siendo amplia lo que indica que todavía hay mucho por hacer.
La incertidumbre para esta nueva edición es si el rendimiento de los mejores lotes habrá disminuido producto de la sequía o si el aporte de napas y regiones más beneficiadas por las precipitaciones sumado al buen manejo de los productores y asesores habrá ayudado a sostener altos rendimientos.