El convenio que tiene cinco años de duración, vio sus primeros frutos semanas atrás en el marco de una jornada en la que se presentaron algunas de las investigación que se realizarán sobre una extensión de 28 hectáreas que la facultad tiene en el Campo Escuela.
Alejandra Pérez, titular de la cátedra de Agroalimentos de la FCA dijo: “El eje de esta jornada es el fruto de un trabajo continuado con un grupo de alumnos en sus prácticas profesionales enmarcados en un convenio de vinculación con la empresa AGD, para poder demostrar que el cultivo se puede hacer mejor, incorporando tecnología que incluya protección como biocontrol”.
Cabe señalar que además de las hectáreas en el Campo Escuela, la facultad aporta con recursos humanos, laboratorios y la calidad humana. Aceitera General Deheza, por su parte, aporta los insumos utilizados y le otorga a la facultad lo que allí se produzca para reinvertirlo y seguir inspirando a que más jóvenes se apasionen por el cultivo.
Entre las presencias destacadas de la jornada, estuvo presente el Ingeniero Carlos Marescalchi, director de producción primaria y un gran referente del cultivo de maní que aportó con vasto conocimiento ante el alumnado.“Esta idea nació en el invierno de 2016. El motivo es traer el maní al campo escuela de la facultad, que los alumnos se involucren y conozcan la producción, para que el día de mañana sean jóvenes profesionales con buen conocimiento sobre uno de los cultivos más importantes de Córdoba”.
La realidad es que el maní dentro del plan de estudio de las universidades de Córdoba es un tema más y normalmente se tienen pocas horas de clase. Algo difícil de entender, ya que el clúster manisero cordobés es uno de los más importantes de la provincia, con más de 700 millones de dólares en exportaciones y 12 mil puestos de trabajo directo.
En su alocución, Marescalchi agregó que es necesario también romper algunos mitos con respecto a la producción manisera ya que se realizará bajo un sistema agrícola sustentable y amigable con el medioambiente.
¿Cómo hacer maní en el centro-norte de Córdoba?
Según el ingeniero José Gamba, integrante del Centro de Ingenieros Agrónomos de General Cabrera y técnico de la empresa Olam: “Hasta hace poco tiempo era una región “marginal” para el maní, fundamentalmente por los suelos que a diferencia de la región manisera donde son arenosos y sueltos, aquí son más pesados aunque ricos en nutrientes pero con un mayor contenido de arcilla y limo lo que condiciona la arrancada” asegura.
Preparando el lote ¿Qué, cómo y cuándo?
Gamba señala que antes de comenzar con los laboreos,se realizó un análisis preciso del suelo. “De la mano de la firma Easyagro y utilizando una rastra Veris, hicimos una caracterización del suelo en el lote 11 del Campo Escuela. En base a ello obtuvimos que en realidad no eran tan pesados como creíamos sino que hay betas con mayor contenido de arena y allí planteamos los análisis de calcio”.
A partir de los datos arrojados por algunas empresas observaron qué el tipo de enmienda cálcica más utilizada era Dolomita. “Se trata de un producto de baja solubilidad y en polvo, a lo que le agregamos carbonato de calcio y yeso agrícola granulado, para tratar de mejorar la aplicación, ya que los que vienen en polvo tienen derivas y quedan sobre el canopeo” explica Gamba.
Otro de los interrogantes que se planteó en el ensayo, es el momento de la aplicación de la enmienda cálcica. “Vimos que todos lo hacían en el momento del enclavado y no está mal porque la caja es la que absorbe la mayor parte del calcio, pero debido a su baja solubilidad incorporamos otro momento que fue en barbecho o pre siembra. Si bien los resultados hasta ahora son aleatorios, queremos homogeneizarlo a través de las campañas porque además de conseguir mejor rendimiento y granulometría, obtenemos más calidad de semilla aumentando el poder germinativo y la dureza de la caja” cerró el ingeniero José Gamba.