La provincia de Córdoba es la principal productora de maní en Argentina, con más del 70% de la superficie destinada a este cultivo en el país. Esta producción tiene un gran valor económico, ya que el maní argentino se exporta a mercados internacionales, donde es altamente valorado por su calidad.
La región cuenta con un clima y suelos ideales para el desarrollo de este cultivo, pero enfrenta desafíos ante variaciones en las condiciones climáticas, por lo que las lluvias tempranas juegan un papel determinante en la planificación de cada campaña.
El maní es un cultivo que requiere condiciones específicas de humedad y temperatura, y las lluvias al comienzo de la temporada son cruciales para garantizar una germinación uniforme y un crecimiento temprano saludable.
Uno de los últimos informes emitido por la Bolsa de Cereales de Córdoba, muestra las precipitaciones acumuladas durante el mes de octubre en la provincia.
De acuerdo con el pronóstico emitido por el SMN, para los próximos días no se esperan precipitaciones en la provincia. La temperatura media se ubicará entre los 20-22 °C la mayor parte del territorio provincial, a excepción de la franja noroeste, donde la media estará entre 22-24°C y en el dpto. Río Cuarto, donde se espera una temperatura media de 18-20 °C.
Perspectivas para la Campaña 2024/25
El informe de la Bolsa de Cereales muestra un incremento interanual de la superficie destinada al cultivo del 6%.Con un avance de siembra del 50%, la expectativa entre los productores es que esta campaña sea exitosa, siempre que las lluvias sigan siendo regulares durante el verano.
Mercado Internacional
Ya sin retenciones, el maní argentino sigue siendo altamente competitivo en el mercado internacional, donde se destaca por su sabor y calidad. Pese a la buena cosecha en los Estados Unidos, los precios se mantienen firmes al igual que la demanda. La SIAL de París que tuvo lugar días pasados, evidenció un gran interés por parte de los compradores, sobre todo de pasta de maní.
De todos modos, las empresas buscan optimizar el rendimiento de sus campos y reducir costos para mantener su competitividad y aprovechar las oportunidades en mercados como la Unión Europea y Asia, donde el maní argentino tiene una fuerte demanda.
Con la intención de mejorar el rendimiento y reducir el impacto ambiental, muchos productores están adoptando prácticas sostenibles y tecnologías de precisión. Estas innovaciones permiten un uso eficiente del agua y los nutrientes del suelo, además de reducir la necesidad de fitosanitarios.
El compromiso con la sostenibilidad no solo responde a la necesidad de cuidar los recursos, sino que también abre puertas en mercados que exigen altos estándares de calidad y producción responsable.