En ese sentido el graduado de la Ingeniería en Alimentos, Humberto Quiñonez, integra un equipo que avanza en el desarrollo de métodos para el reaprovechamiento de subproductos de la industria del maní.
"El principal objetivo de este trabajo consiste en proponer una técnica sustentable para el tratamiento del tegumento del maní, contribuyendo así en la generación de productos con alto valor agregado, a partir de la implementación de técnicas más amigables con el ambiente", señala al respecto el joven ingeniero en Alimentos y amplía: "Actualmente la piel del maní, o tegumento, se constituye como el principal desperdicio de esta industria, por ello estamos intentando sumar alternativas que permitan agregar valor y así ser reaprovechada para diversos usos".
Es importante destacar que este avance es de doble impacto, trayendo aparejados beneficios económicos y de preservación ambiental, proponiéndole fundamentalmente a la industria manisera una novedad para su sistema productivo, con especial énfasis en el cuidado de su entorno.
Sobre el proceso:
Según detalló Quiñonez, para poder elaborar un nuevo producto derivado del tegumento, es necesario primero trabajar en su tratamiento.
"En nuestro grupo estamos trabajando con líquidos iónicos, concretamente con sales orgánicas constituidas por iones, que se encuentran como líquidos a temperatura ambiente. Se trata de sales que no generan impacto negativo en el ambiente, que son reutilizables y que cuentan con numerosos antecedentes en el tratamiento eficiente de diversas fuentes de biomasa lignocelulósica, la cual está presente abundantemente en las plantas", especificó el becario del Conicet y añadió: "Lo que buscamos es obtener nuevos líquidos iónicos a fin de emplearlos en el pre-tratamiento de la cáscara del maní, y así poder recuperar fracciones purificadas y/o enriquecidas en celulosa y lignina, lo que nos permitirá luego poder avanzar en la generación de derivados".
El mayor desafío en este procedimiento, describe el investigador, consiste en encontrar el líquido iónico más adecuado para poder solubilizar y luego extraer selectivamente fracciones enriquecidas en celulosa a partir de la cáscara del maní, para su posterior aprovechamiento en la generación de productos con valor agregado, basados en dicho biopolímero.
En cuanto al interés demostrado por el sector, el becario destacó una importante colaboración de empresas de la región. "Gran parte de los procesos que realizamos en nuestros laboratorios son posibles gracias a que algunas industrias nos proveen de esta piel del maní a fin de poder someterlas a los ensayos químicos que nos permiten trabajar para arribar a los resultados esperados. Entendemos que este avance es trascendental para todas las partes, por lo que estamos muy contentos con la respuesta obtenida en este sentido", comentó.
Resulta relevante señalar que la línea de investigación en la que participa el ingeniero es dirigida por el docente e investigador local doctor Mario Lanteri y co-dirigida por el doctor Darío Falcone de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC). Además cuenta con la colaboración de la doctora Marianela Sánchez, el ingeniero Diego Tovo y la ingeniera Camila Urenda, también de la UNVM.
Perfil del Investigador:
Humberto tiene 25 años, es oriundo de Villa María y egresado de la UNVM. Durante su formación de grado fue beneficiario de una beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas (EVC) del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y además participó como Ayudante Alumno Rentado y Ad-Honorem en distintos espacios curriculares de la carrera. Actualmente cursa el Doctorado en Ciencias con mención Agroalimentos del Instituto de Básicas, enmarcado en una beca del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) con lugar de trabajo en el Instituto Multidisciplinario de Investigación y Transferencia Agroalimentaria y Biotecnológica (IMITAB).