FMC lanzó comercialmente Onsuva, su primer producto elaborado en base a la carboxamida Fluindapyr, para uso en soja y maní.
Fluyndapir es un principio activo propiedad exclusiva de FMC, que la empresa obtuvo en el marco de una inversión en investigación y desarrollo de U$S 200.
El primer producto que sale al mercado formulado con esta carboxamida es Onsuva y está disponible, en esta campaña, para soja y maní.
Según reveló Juan Caporicci, Gerente de Servicio Técnico de FMC Argentina, es sólo el primero de varios lanzamientos que piensa realizar la firma, basados en esta carboxamida.
Beneficios
“Estamos haciendo nacer la ‘generación Fluyndapir’, con esta molécula que le va a dar poder y potencial al menos a dos fungicidas más que se estarán sumando próximamente a nuestro porfolio. Una familia de respuestas completamente nueva”, enfatizó Caporicci.
Caporicci recordó que hace varios años que no se lanzan nuevas moléculas carboxamidas al mercado y que, por ello, los resultados que genera la aplicación de este fungicida son superadores a otros productos que se comercializan en la actualidad.
En concreto, son tres las características destacadas de Onsuva, que además de Fluyndapir posee un triazol (Difenoconazole), lo que permite lograr un innovador producto de amplio espectro de control para enfermedades foliares.
Potencia fungicida: “Con menos cantidad de activo funciona muy bien. Y al trabajar con menos ingrediente activo por hectárea, logramos una aplicación con menos impacto ambiental”, valoró Caporicci.
Mayor protección: “En los testeos realizados, hemos comprobado muy buenas respuestas a todas las enfermedades de fin de ciclo en soja, y en las virales en maní”, agregó.
Respuesta productiva: “También hemos comprobado en ensayos realizados en todas las regiones, y bajo todas las condiciones climáticas, que los cultivos cuando se usa Onsuva logran un plus de rendimiento, que ronda los 300 kilos por hectárea”, completó el Gerente de Servicio Técnico de FMC.
Técnicamente, lo que aporta esta carboxamida es interferir en la respiración mitocondrial de las células de los hongos, de manera que logra una acción preventiva, curativa y erradicativa de las enfermedades, tanto en soja como en maní.
Fuente: Maquinac