Dentro de las Jornadas Nacionales de Agricultura de Conservación, el cultivo de maní fue abordado desde el punto de vista productivo, económico, pero también ambiental. En este sentido, el presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Córdoba, Daniel Cavallín, abordó las Buenas Prácticas Agrícolas.
“El concepto de Buenas Prácticas Agrícolas es muy viejo y significa ni más ni menos que
responsabilidad social. No sólo hacia los demás sino hacia uno mismo, como productor, empresario o ciudadano. En principio esa responsabilidad pasa por respetar las leyes vigentes qconue hoy existen y son buenas, y en segundo lugar por establecer acuerdos entre todos los actores” explica Cavalín.
También destacó que el ordenamiento territorial es fundamental, tanto en lo rural como en lo urbano y periurbano para evitar los conflictos y que si bien la conservación de suelo es una responsabilidad de todos, hay jerarquías para conservar este recurso.
“La primera es la del Estado estableciendo políticas públicas y armando redes. En segundo lugar, es la de los propietarios de la tierra que están trabajando con un recurso que si bien por código civil es privado, tiene límites. El artículo 41 de la Constitución Nacional habla claramente de los límites de la propiedad privada y al límite del uso de los recursos ambientales. La ley 10.208 de Córdoba, también lo señala” afirma el presidente del CIAPC.
En este “ranking” de responsabilidades le siguen los contratistas y profesionales. “Obviamente los ingenieros agrónomos tenemos nuestra cuota de responsabilidad porque somos quienes estamos mediando constantemente entre estas cuestiones” finalizó Daniel Cavalin.