El gobierno de Javier Milei decidió ayer hacer un cambio de figuritas en materia de derechos de exportación: dio parcialmente marcha atrás con lo dispuesto la semana pasada y le quitó la carga impositiva a una veintena de economías regionales, entre ellas la lechería, pero les subió dos puntos a los derivados de la soja (harina y aceite) para igualarlos con lo que paga el poroto de la oleaginosa; los tres tributarán 33%.
Pero, si bien en Córdoba la noticia para la cadena láctea fue celebrada, hubo otra que generó una reacción de fuerte rechazo: el maní deberá tributar el 15% en todas sus presentaciones. La economía regional por excelencia de la provincia terminó castigada por un tributo que había dejado de pagar pocos meses atrás. En aquel momento, sólo algunas de sus presentaciones estaban gravadas por derechos de exportación y entonces el exministro Sergio Massa anunció desde Río Cuarto que quedarían en cero. Fue el epílogo de un largo camino de reclamo del sector empresario y del gobierno provincial. En ese momento, la Cámara Argentina de Maní manifestó que la noticia podía incluso influir positivamente en un crecimiento del área sembrada para esta campaña gruesa.
Ahora, con los lotes implantados, el nuevo Gobierno decidió subir las retenciones al 15% para ese cultivo regional. Es decir, quienes apostaron por el maní sembraron sobre una ecuación de retenciones cero y ahora se encuentran con que serán del 15%.
Diego Yabes es el presidente de la Cámara Argentina del Maní y ayer encabezó una reunión con funcionarios nacionales en las que les explicó el violento impacto que tendrá la decisión en el sector. En diálogo con Puntal, el directivo le puso un número: “Son 240 dólares que se van por tonelada por derechos de exportación, esto está muy por encima de los niveles de rentabilidad”, alertó.
Y agregó: “Si se toma solo la parte agropecuaria, deja la ecuación económica en el subsuelo”.
Es decir, de recibir incentivos para la siembra, la cadena del maní pasó a tener una ecuación en rojo. Los que más van a perder en ese contexto serán los productores que decidieron sembrar por su cuenta y no están integrados a empresas procesadoras. Si bien casi el 80% de los lotes son sembrados por esas empresas en forma directa, aun hay una porción de productores que tendrán un severo perjuicio. En esta campaña, la Cámara había proyectado una superficie similar a la del año pasado, es decir, próxima a las 400 mil toneladas.
Para afuera, esto vuelve a posicionar al maní argentino en desventaja frente a otros competidores que no tributan impuestos, como el de Brasil que viene en franco ascenso.
Hay otro dato más que aporta Yabes: parte de la producción que se está terminando de sembrar ya fue comercializada sin tener en cuenta el 15% de retenciones.
La decisión del Gobierno tiene para Yabes un riesgo elevado de “terminar con los pocos productores independientes que siguen sembrando maní, porque el resultado que van a tener en esta campaña va a ser un desastre”.
Con respecto al modo en que el nuevo tipo de cambio compensa las retenciones, que fue el argumento que expuso el Gobierno, Yabes destacó que “no tiene en cuenta que la mayoría de los costos también están atados al dólar: desde el arrendamiento de la tierra, la semilla o los agroquímicos”, detalló.
En ese marco, Yabes insistió con algo que venían repitiendo desde hace años y que pensaban que no tendrían que volver a plantear: “Se trata de un impuesto totalmente distorsivo, pero agravado en este contexto que tenemos. Pero además sin distinguir entre los productos con mayor valor agregado y aquellos que menos tienen; para todos es lo mismo: 15%. Eso no tienen ninguna lógica”, planteó el presidente de la CAM.
Por otra parte, Yabes remarcó: “Estamos completamente en contra de esta decisión, y eso no significa que no comprendamos el contexto de país. Lo tenemos claro; pero la idea era ir por el lado de reducir gastos del Estado, no en volver a subir impuestos, porque tocan actividades muy sensibles”.
De hecho los directivos de la Cámara del Maní quedaron en enviar una serie de números para que la Secretaría de Bioeconomía pueda girarles a los funcionarios del Ministerio de Economía, que es donde en realidad se fijan estas medidas con el objetivo de alcanzar el déficit cero, y como con los recortes del gasto no se alcanza esa meta, el equipo de Luis Caputo impulsó un fuerte aumento de retenciones.
Por último, el presidente de la CAM destacó que seguirán trabajando para intentar frenar esta decisión y que luego de presentar la estructura de costos de la cadena del maní se abrirá el camino en el Congreso para explicar a los legisladores el negativo impacto sobre esa economía regional. “De mínima vamos a buscar que eso no salga como está porque entendemos que es un desastre. Hubiese sido bueno que antes de anunciar esto nos hubiesen consultado para poder explicarles las consecuencias. Ahora las vamos a llevar al Congreso para intentar cambios antes que sea aprobada”, indicó el directivo.
Fuente: Puntal
Precios del Maní
