El maní atiende las buenas prácticas agrícolas

Como desde hace 21 años, el concurso Máximos Rendimientos en Maní que organiza la compañía Basf junto al Centro de Ingenieros Agrónomos de General Cabrera y Zona, permite generar una gran cantidad de datos con respecto a las tecnologías de procesos y de insumos que adopta uno de los sectores más tecnificados de la agricultura argentina, y a la vez permite derribar varios mitos en torno al tradicional cultivo cordobés.

 

En ésta edición y luego de 21 concursos, se pudo observar que el maní ya no figura dentro de la rotación de los lotes que se inscriben al concurso y que además, casi la totalidad elige la siembra directa por sobre la vieja técnica de labranza cero.

 

“Cada edición del concurso tiene algo en especial. Nos han tocado años de excesos hídricos y de sequía como el que pasó, lo que siempre le añade un condimento especial. Lo importante es la Big Data que hemos podido crear a lo largo de estos 21 años de concurso, números que son fidedignos porque son provistos por los productores que participan y todas las herramientas que involucran a una campaña como semilla, maquinaria y productos” dice José Gamba, miembro del CIA de General Cabrera y Zona.

 

En esta oportunidad se inscribieron y fiscalizaron 78 lotes de toda la provincia de Córdoba. “A su vez, empezamos a desglosar el tema de las lluvias ya que INTA tiene datos históricos desde hace 4 años hasta el día de hoy” explicó.

 

La última seca ¿fue la peor?

Es el primero de varios mitos que solo se pueden derribar con el análisis estadístico. “Siempre tendemos a creer que la última campaña es la peor, sin embargo cuando le ponemos números vemos que en el 2011 tuvimos una campaña muy seca también. Sin embargo, como entre el 2011 y el 2018 tuvimos precipitaciones por encima de los 800 milímetros y rindes records, no nos acordamos”.

 

Otra creencia es que el productor argentino y puntualmente el manisero es de los más tecnificados en el mundo. “Eso es así y los números lo demuestran. El uso de inoculantes con polímeros por ejemplo que, en general, es una tecnología de baja adopción en general pero que produce muchas ventajas. En el caso del concurso comprobamos que el 97% de los lotes estaban sembrados con semillas inoculadas con tecnologías que incluían polímeros, es decir casi la totalidad de los lotes se inocularon” afirma Gamba.

 

También los lotes que se anotaron para concursar hicieron uso de tecnologías en la maquinaria agrícola como el piloto automático. “El productor manisero tiene una gran capacidad de siembra. El 90% de los lotes se sembraron en un mes y eso es porque se adoptó la técnica del piloto automático lo que hace que el personal que está arriba del tractor tenga menor estrés y pueda sembrar tanto de día como de noche sin afectar la calidad de siembra”.

Otro dato que observa gracias a la labor que viene realizando el INTA y el Centro de Ingenieros es la importancia de la rotación del cultivo como garantía de sustentabilidad del sistema de producción.

 

“Hace veinte años la rotación era mayoritariamente maní sobre maní y hoy en día el maní no figura dentro de la rotación, eso se debe al gran aporte de los técnicos. También es cierto que hay un gran desbalance entre soja y maíz a favor de la oleaginosa, pero este concurso demuestra que con conocimiento se puede revertir en el tiempo” subraya el ingeniero.

 

Otro dato importantísimo es la adopción de la siembra directa versus la labranza convencional. Los números del concurso mostraron que la mayoría de los lotes se hicieron sobre sistemas de siembra directa.

 

“El dato que dejamos para el último tiene que ver con el rendimiento. Es cierto que todas las campañas nos enfrentamos a adversidades que afectan el rendimiento del maní, pero si lo ponemos en perspectiva la tendencia es claramente positiva. Esto nos permite asegurar que la media de rendimiento provincial se está acercando a la media del concurso, lo que es importantísimo porque significa que la mayoría de los productores está incorporando tecnología” finalizó.