Las proyecciones para el maní 2020/2021 tienen un denominador común: todas muestran un crecimiento de la superficie con respecto al ciclo anterior y cortan una racha de dos años de achique en el área.
La primera estimación de la Cámara Argentina del Maní (CAM), en función de consultas realizadas a sus empresas socias, es que el cultivo ocupará 385.592 hectáreas, 10 por ciento por encima de las 351.733 hectáreas del último ciclo.
El área quedaría levemente por debajo de la temporada 2018/2019 y todavía lejos del récord de 440 mil hectáreas de 2017/2018.
El Ministerio de Agricultura de la Nación, en tanto, afirmó en su último informe mensual que ya se sembró más del 50 por ciento de una superficie calculada en 390 mil hectáreas, un seis por ciento por arriba de las 368.651 de la campaña anterior.
También es una extensión similar a la registrada en 2018/2019, pero por debajo de las 450 mil hectáreas que, según datos oficiales, se alcanzaron en el ejercicio 2017/2018.
Para el caso específico de Córdoba, que concentra más del 70 por ciento de la siembra y la totalidad de la industrialización de este cultivo, la Bolsa de Cereales de Córdoba hizo una estimación más modesta: 266.200 hectáreas, 2,4 por ciento por encima de las 260 mil de la última temporada.
Cosecha y mercado
A la hora de buscar una explicación a este repunte de la siembra manisera, fuentes de la cadena con base en el sur de Córdoba coinciden en dos factores.
El primero, la excelente cosecha 2019/2020, no sólo en términos de rendimiento, sino también por la velocidad con la que se pudo realizar el arrancado y la recolección a partir de las buenas condiciones climáticas.
Vale recordar que esta industria se financia fundamentalmente con su propio capital de trabajo, por lo que una buena cosecha siempre es el principal factor alcista para la siembra siguiente.
“Otros orígenes de maní han tenido malas campañas y ante esta menor oferta, mejoraron los precios, y eso impulsa un poco a sembrar más”, expresó el presidente de la CAM, Eduardo Nervi.
Según Elvio Cerutti, jefe del departamento maní de Cotagro, el maní “blancheado” (sin piel) está cotizando cerca de los 1.800 dólares la tonelada, contra un promedio histórico que se ubica en los 1.500 dólares.
Un aspecto clave es que, en medio de una disputa comercial, la Unión Europea elevó los aranceles que le cobra a Estados Unidos por las importaciones de maní. El principal proveedor europeo es Argentina, que tiene 55 por ciento del mercado. El segundo es Estados Unidos, con el 14 por ciento. En esta campaña, esa relación podría ser aún más favorable para la industria local. A la par, otro factor que sorprende son las grandes compras de China.
Como ocurre con otros alimentos, la pandemia no afectó la demanda global sino que, por el contrario, la hizo crecer. Asimismo, “el maní se considera una nuez saludable, y encaja perfecto en las nuevas tendencias de los consumidores”, mencionó Ivana Cavigliasso, vicepresidenta de la Cámara y gerenta de calidad e inocuidad de Prodeman.
El resultado es que “de la última cosecha ya casi no hay maní para vender”, afirmó Cerutti. “Solo quedan volúmenes mínimos para clientes puntuales”, ratificó Nervi.
Más tierras y productores
En octubre, el Ministerio de Agricultura de la Nación había estimado una siembra de 380.000 hectáreas de maní. En noviembre, adicionó 10 mil hectáreas ¿El motivo? La expansión que la frontera agrícola manisera está teniendo por diversas zonas del país.
“Se informa un aumento en el área debido a un incremento en Buenos Aires, al realizarse la siembra de los primeros lotes de maní en el área de Junín”, indicó el reporte oficial.
Según la encargada de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Silvina Fiant, “hay una clara tendencia en los últimos años a probar maní en zonas no tradicionales; por ejemplo, Santa Fe y oeste de Santiago del Estero en el límite con Catamarca, además de las zonas que ya son clásicas como La Pampa, San Luis y el noroeste de Buenos Aires”.
El maní ofrece más oportunidades que amenazas
El norte de Córdoba es otra región donde comienza a ganar terreno: en la última campaña “colonizó” allí 3.500 hectáreas. Donde puede haber una retracción, coincidieron los referentes, es en San Luis, debido a los problemas que hubo en el último año para poder ingresar a esa provincia, por la cuarentena.
“Hay que ir buscando nuevas tierras. El año pasado sembramos en Catamarca, con buenos resultados. Y esta campaña estamos probando en Tucumán”, anticipó Cavigliasso.
“Forma parte de la estrategia de mitigación de riesgo, todo el mundo siembra en todos los lugares posibles”, acordó Luis Macario, director de Gastaldi Hnos.
Otra apuesta que están siguiendo las empresas es dejar de sembrar de una manera 100 por ciento vertical, tentando a productores particulares.
La siembra de maní comenzó hace un mes y ya tiene un avance de más del 70% en Córdoba, según la Bolsa de Cereales provincial.
“Venimos trabajando desde hace un tiempo para crecer en área, pero sin ser las empresas las que siembren, sino bajo un esquema asociativo”, reconoció Macario.
En Prodeman ya dieron un paso adelante: están próximos a lanzar una plataforma (maniseros.com) que apuntará a atraer a productores independientes y brindarles asesoramiento para que siembren maní. “Con las altas retenciones a la soja, hay muchos que se están animando”, sostuvo Cavigliasso.
Un panorama similar perciben en Cotagro. “Han crecido mucho las siembras de productores. Se acercaron a la cooperativa interesados en hacer maní que no los teníamos en el radar con este cultivo. Es uno de los factores que este año nos está haciendo crecer un 15 por ciento en el área implantada”, completó Cerutti.
Por Favio Ré – La Voz del Interior