“El manejo a campo es una cuestión cultural. Cuando al personal le inculcás los métodos de trabajo y lo capacitás constantemente, se va formando una nueva cultura, se hace costumbredespués todo sale naturalmente”, aseguró Julio Priotti, un ingeniero agrónomo que tiene a cargo la producción agrícola en campos propios de Aceitera General Deheza (AGD). De esta forma, el técnico se refirió a las mejoras en el uso de productos de protección de cultivos por parte del personal de la firma a partir de que se incorporaron las técnicas del programa AgroLimpio.
AGD las incorporó a partir de 2007 como respuesta a una necesidad productiva. Dos años antes, la empresa había decidido migrar de un planteo mixto, que combinaba en partes iguales la agricultura y ganadería, a una actividad cien por ciento agrícola. Así, la utilización de productos de protección de cultivo creció en forma exponencial al igual que el volumen de residuos generados.
“Naturalmente hubo que definir un destino final de los envases y ahí comenzó nuestra relación con Agrolimpio”, recordó Priotti.
Actualmente, la compañía trabaja 35.000 hectáreas agrícolas propias en distintos establecimientos de Córdoba que se manejan bajo el mismo sistema de tratamiento.
“Tenemos zonas dentro de los campos donde construimos depósitos para el almacenaje temporario. Luego, cuando tenemos suficientes envases como para justificar el transporte, llamamos a la persona responsable de la zona y viene a retirarlos”, contó. AGD entrega unos cinco camiones por año al centro de acopio de La Carlota, Córdoba.
Para poner en marcha la tarea, la capacitación fue clave. “Tuvimos que hacer migrar la forma de manipular los envases buscando de qué manera facilitar el triple lavado ya que si bien todo el mundo sabe cómo se debe hacer, no siempre se cumple”, aseveró. Con esa visión, los técnicos de AGD diseñaron un sistema de lavado a presión que va adosado a la pulverizadora. Una vez que los recipientes están limpios, recién se almacenan.
Más allá de los fitosanitarios
Pero además del manejo seguro de los productos de protección de cultivos, la experiencia se derramó en otras actividades cotidianas. “En el manejo propuesto por Agrolimpio hay procedimientos, lo que significa desarrollar un montón de pasos. Este fue el puntapié inicial para que se haya instalado en las costumbres cotidianas de la producción agropecuaria”, aseguró Priotti.
De esto modo, para los operarios se hizo imperioso trabajar con elementos de protección personal.
“Todo el mundo usa un guante de nitrilo para protegerse las manos de salpicaduras, pero también se usan otros tipos de guantes para evitar una cortadora de un fierro o para no recibir un martillazo. La persona comenzó a concientizarse de que hay que cuidarse con sus elementos de protección personal”, subrayó.
A su vez, se empezaron a trabajar con pautas muy claras y esta costumbre se trasladó a otras actividades. “Con los fitosanitarios hay un proceso de inicio y un proceso de finalización, eso nos sirvió mucho en el orden, la higiene y la limpieza en todas las actividades como el manipuleo de las semillas o fertilizantes”, agregó.
La visión de los mercados
AGD tiene sus campos certificados de acuerdo a las demandas de los mercados más exigentes. “Una de las pautas que piden todas las certificaciones es la disposición final de los envases y nosotros tenemos comprobantes de cada una de las entregas de los envases vacíos”, señaló. En ese sentido, Priotti destacó que Agrolimpio “es el único programa que tiene fuerza a nivel nacional para garantizar este requisito, indispensable para cumplir con las demandas de la Unión Europea”.
“Conocimos Agrolimpio a través de una capacitación para aplicadores, en Córdoba, donde también participé. Ahí nos enteramos como era el programa, su alcance. Después nos fuimos metiendo y fue la solución a un problema que es común a toda la producción agropecuaria. De ahí la importancia de Agrolimpio para sostener todo un sistema productivo”, finalizó.
Fuente: Newsletter de CASAFE