Se trata de bacterias del género Bradyrhizobium que habitan en el suelo, permitiéndole a la planta aprovechar el nitrógeno atmosférico. De ese modo, se puede generar un biofertilizante y evitar el empleo de fertilizantes químicos, que ocasionan desbalances nutricionales en los suelos y son altamente nocivos para el medio ambiente.
Los estudios confirman una mejora en la producción y un desarrollo más rápido sin la necesidad de utilizar fertilizantes nitrogenados
Los resultados de esta investigación adquieren especial importancia si se tiene en cuenta que Argentina es el primer exportador mundial de maní, y abastece a distintos países de la comunidad europea. Es por eso que los aportes de estos nuevos avances son muy valiosos, ya que en el centro sur de la provincia de Córdoba se genera cerca de un 87% de la producción nacional, lo cual da lugar a una economía regional de suma importancia.
Los especialistas indicaron a Argentina Investiga que evaluaciones del comportamiento de las cepas nativas (Bradyrhizobium) en campos ubicados en la localidad de Dalmasio Vélez y Chajan demostraron que la selección de bacterias nativas adaptadas a suelos de maní puede ser una estrategia para el desarrollo de nuevos productos y así obtener mejores rendimientos en el cultivo de maní y de manera sustentable, es decir, bajar los costos de la producción al tiempo que se practica una agricultura amigable con el ambiente.
Esta investigación se realizó en el marco de la tesis de doctorado en Ciencias Biológicas de Julio Vicario, titulada “Estudios fisiológicos, bioquímicos y moleculares en rizobios: Aplicación como biofertilizantes para la agricultura sustentable en maní”. Fue dirigida por el doctor Walter Fabián Giordano y la doctora Marta Dardanelli, ambos docentes de la Universidad Nacional de Río Cuarto.