Un reporte del portal Southwest Farm Press destaca que la mejora en la economía americana, el aporte del maní como un alimento saludable y las oportunidades de aumento de las exportaciones, conforman un cóctel favorable mirando la siembra en 2017.
Tanto la política económica, como las actualizaciones de variedades, fueron temas atinentes al cultivo de la oleaginosa en la Expo Maní, celebrada recientemente en Altus, Oklahoma.
Ron Sholar director de la Oklahoma Peanut Comission abrió la conferencia anual con noticias positivas para los maniseros estadounidenses.Dijo que la industria se ha recuperado de precios bajos y por ende del bajo estado de ánimo reinante. “Hemos visto una gran cantidad de nubarrones y tormenta sobre la industria de maní el año pasado”, dijo. “Aún vemos algunas nubes, y todavía nos enfrentamos a algunos desafíos, pero las cosas están mejores”, agregó.
Pronosticó que los agricultores de Oklahoma plantarán 16.000 acres de cacahuetes en 2017, un aumento significativo de los 11.000 acres plantados el año pasado. “Necesitamos la superficie para mantener una masa crítica de producción y me gustaría que lleguemos a los 20.000 acres “.
El maní en EE.UU se siembra desde fines de abril, hasta fines de mayo, y se prevé que haya un pequeño aumento del área. De todos modos no está dicha la última palabra ya que el área manisera depende en alguna medida de la decisión de siembra de algodón, que es el cultivo “organizador” de la campaña gruesa en el sur de EE.UU., que precisamente no pasa un buen momento desde hace algunos años.
Sholar anticipó que habrá “mejores precios de los contratos para el año 2017,” y alentó a los agricultores a plantar más maní.