Federico Bueno, jefe de producto y marketing de Nitragin, dijo: “Estamos presentando un producto para tratamiento profesional de semilla de maní llamado Nitragin CTS Maní. Está compuesto por dos productos, un inoculante Premium en base sólida y un osmoprotector líquido llamado Power Peanut”.
Bueno comenta que el disparador del proyecto fue la sinergia con Expel Agrotecnología, empresa con una amplia trayectoria en tratamiento profesional de semilla. “El primer objetivo era simplificar la operación de la inoculación, alcanzando niveles similares a los que hoy conseguimos con el chorriado y nos sorprendimos gratamente al superar esos resultados” agregó Federico.
En los ensayos a campo, se detectó que la eficiencia en las bacterias del pre inoculado es mayor a la del chorriado. Alrededor de un 18% más de eficiencia evaluada en rendimiento. También tiene un beneficio desde el punto de vista ambiental ya que de esta manera se hace todo en las plantas de tratamiento bajo las normas de seguridades correspondiente.
Desde el 2014 existe la alianza bajo el nombre de Bioag Alliance, donde Novozimes se encarga de la producción y el desarrollo de productos biológicos y Monsanto realiza la comercialización y distribución.
“Estamos muy contento en que Monsanto se haya fijado en nosotros para su proyecto de inoculado.
Expel tiene más de 27 años de experiencia en tratamiento de semilla y en maní van a ser 10 años. Con el pre inoculado comenzamos hace tres años, viendo la necesidad de imponer el tratamiento industrial que nosotros realizamos, ya que la otra forma es a campo” comentó Daniel Laugero, responsable de desarrollo en Expel Agrotecnología.
Es de destacar que la empresa tiene dos plantas de tratamiento de semilla para cultivos extensivos, enclavadas en la región núcleo manisera. Una de ellas se encuentra en la localidad de General Deheza y la otra, inaugurada el año pasado, en Alejandro Roca.
“Una vez que el productor ve que se puede desligar del tratamiento que hacía en el campo y mandarlo a las plantas industriales donde se hace de forma más prolija, le quedaba una pata que era la inoculación que se hacía chorriado o muchas veces en turba en el mismo tacho de la sembradora – explica Daniel Laugero- Vimos la posibilidad y comenzamos a sondear que empresa podía proveernos de esa tecnología ya que nosotros no vendemos terápicos ni inoculantes, somos una empresa de servicios”.
Mediante la tecnología de pre inoculado se agregan bacterias protectoras, polímeros especiales para evitar su desecación y favorecer la vida de la bacteria, y un fungicida que en este caso es aportado por el productor. “Nosotros hemos evaluado el tratamiento con dos fungicidas para evaluar que no afecte la bacteria y el día de mañana se evaluaran otros” asegura Laugero.
Un desafío interesante
“No cualquier maquina puede realizar el tratamiento en la semilla de maní” asegura el responsable de desarrollo de Expel quien agrega que si bien tienen una amplia experiencia tratando cultivos como maíz y soja, el maní es muy delicado. “Se utilizan otros polímeros y formas de tratamiento, además de tener un tegumento que se desprende con facilidad y una semilla delicada que puede partirse”.