El inicio de la primavera pone de manifiesto que amplias áreas agrícolas muestran contrastes en el nivel de reservas hídricas. Regiones como el sudeste cordobés, sur de Santa Fe, norte de La Pampa y la provincia de Buenos Aires, en general, tienen amplias regiones con napas muy cercanas a la superficie cuando no con excesos de agua superficial, mientras que el centro-norte de Santa Fe o centro-norte de Córdoba muestra grandes zonas con déficits hídricos.
Ambas condiciones son ideales para que los herbicidas residuales presenten cierta dificultad, ya sea por lavado o por falta de activación ante la ausencia de humedad. Pero en ambos casos, las malezas como Rama Negra, Flor de Santa Lucía, Eleucine, Digitaria, Capín, Cloris o Amaranthus han encontrado mecanismos que les permiten prosperar e imponerse a los cultivos implantados.
Con lo que, más que pensar en un herbicida en particular, el productor debe pensar en un sistema que incluya un producto de máxima residualidad, amplio espectro de control y que la soja utilizada tenga la mejor genética que le permita al cultivo competir con las malezas en forma exitosa.
Ejemplo de esto es el sistema Ligate STS, o Ligate Besty STS, que se encuentra formado por dos sulfonilureas de máxima residualidad, para ser utilizado con sojas del tipo STS, con el mejor espectro de control de gramíneas anuales en el cultivo de soja y máximo control de especies como Rama Negra, Commelina y Flor de Santa Lucia. Pero si el problema es también Amaranthus, Ligate Besty STS incorpora al Sulfentrazone, principio activo perteneciente al grupo de herbicidas PPO que brinda al producto un excelente control sobre Amaranthus, tanto del tipo hibridus como palmeri.
Para que ambos productos maximicen su performance de control, el lote debe estar puesto a cero de malezas vivas. Esto implica resetear el lote con alguna estrategia de quemado, para luego aplicar el herbicida residual y evitar los segundos pulsos de nacimiento de malezas como Amaranthus, que irán en aumento acompañadas por las mayores temperaturas de octubre.
Al escenario de malezas difíciles para controlar conviene sumar las condiciones ambientales que no están siendo del todo amigables, por lo que es muy importante utilizar pre-emergentes de máxima contundencia de control, especialmente para las gramíneas anuales y Amaranthus. Basar una estrategia de control de gramíneas anuales y Amaranthus sólo con herbicidas de acción pos-emergente implica correr un riesgo de alto costo económico y productivo, difícil de poder asimilar en los tiempos que corren.