Enfocados en desarrollar iniciativas que apunten a cuidar la salud de los suelos de San Luis y lograr una producción agropecuaria sostenible, la Comisión provincial de Suelos trabaja en la actualización del decreto sobre cultivo de maní. “Revisamos y discutimos sobre los aspectos reglamentarios actualmente vigentes, estudiamos aspectos legales, técnicos y prácticos. Coincidimos en que es necesario adecuar la normativa a las condiciones actuales”, afirmó Antonio Marchi, jefe del área de Tecnificación Agrícola, del Ministerio de Producción.
La reunión se desarrolló en la Universidad Nacional de San Luis y además de Marchi estuvo Facundo Díaz, por el Programa de Producción Agropecuaria y Arraigo Rural; Adolfo Castro Luna, del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Profesiones Afines de la Provincia de San Luis; Osvaldo Barbosa, en representación de la FICA-UNSL, y Juan Cruz Colazo, por el INTA.
“Hay que modificar la penalidad de las multas, y diferenciar entre la presentación de los planes fuera de fecha y la no presentación de los proyectos productivos del cultivo de maní. Se planteó la necesidad de definir un método para determinar el porcentaje de cobertura de los cultivos de cobertura, y establecer un protocolo para el muestreo de suelos y elección de variables relevantes a medir”, añadió Marchi.
Además, trabajaron sobre el nuevo rol que cumplirá el técnico asesor, que tendrá más participación “ya que se le va a pedir informes del ciclo del cultivo. Podemos decir que esta nueva forma de trabajar con el cultivo de maní está muy bien vista, la provincia es pionera en proteger el recurso suelo y se hace con mucha tecnología para evitar que se degrade”, indicó, y agregó que los controles en los campos seguirán haciéndose con normalidad.
Colazo añadió que están dando los últimos toques al decreto y que podría estar listo el próximo mes, cuando vuelva a reunirse la comisión. “El que tenemos viene de 2011, y es necesario este trabajo porque la realidad es otra si tenemos en cuenta los avances en cuanto al conocimiento y la experiencia por parte de quienes lo producen, hemos buscado mejorarlo y simplificarlo”, afirmó.
“La idea, desde el punto de vista técnico, es ser más específicos en cuanto a la forma y el momento de aplicación del cultivo de cobertura, que es justamente la técnica específica a la cual se refiere este decreto. Decidimos sacar una serie de pedidos a los proyectos que no tenían sentido, pero sí seremos exhaustivos al solicitarles al menos un análisis de suelo de materia orgánica. Queremos que sea obligatorio. Antes no se especificaban los momentos o formas de trabajo con el maní, pero ahora sí vamos a ser más puntuales”, dijo.
La superficie en la que se produce el maní en San Luis es escasa, “dependiendo de la campaña el número puede fluctuar entre 10 mil y 15 mil hectáreas. Es importante realizar este trabajo de control, porque el fruto está enterrado, y para cosecharlo hay que arrancarlo. Esa operación es la que hace que el cultivo represente un peligro de degradación de suelo y se hace entre marzo y abril con una máquina especial”, concluyó Colazo.
Fuente: El Diario de la República