La campaña 22/23 marca sin duda un hito de gran trascendencia para Criadero El Carmen y la industria manisera argentina, ya que por primera vez se empleó en nuestro país selección asistida por el uso de marcadores moleculares para incorporar genes de resistencia a dos enfermedades producidas por hongos el suelo, carbón (Tecaphora frezii) y tizón (Sclerotinia minor), que causan actualmente las mayores pérdidas por factores sanitarios en el cultivo del maní.
La selección asistida por marcadores es una técnica de mejoramiento que ayuda a identificar en plantas atributos deseables mediante el análisis de su ADN. Los mejoradores pueden tomar un pequeño trozo de tejido―una hoja, por ejemplo―y analizar su ADN para ver si es portadora de los genes que se buscan. Esto permite seleccionar a partir de poblaciones muy numerosas solo las plantas que tienen las características deseadas mediante técnicas de aplicación muy rápida y masiva.
En comparación con el mejoramiento convencional, la selección asistida permite que el desarrollo de nuevas variedades superiores sea más rápido y efectivo, ya que se seleccionan solo plantas con los atributos deseables de manera precisa en las primeras generaciones filiales luego de los cruzamientos de los progenitores. También, permite ampliar la diversidad genética de las poblaciones con las que ya se trabaja y se pueden emplear materiales de una amplia diversidad genética por la velocidad y precisión en la selección de los individuos con los nuevos atributos.
Así El Carmen empleo variedades autóctonas de diversos orígenes e individuos producto de cruzamientos de tres especies silvestres emparentadas con el maní cultivado para identificar los genes que confieren las resistencias al carbón y al tizón, para luego combinarlos mediante cruzamientos dirigidos en plantas que fueron identificadas por la presencia de los marcadores específicos. La variabilidad genética de las poblaciones desarrolladas aporta una base amplia para obtener variedades muy superiores a las empleadas como punto de partida del proceso de mejoramiento.
Esto solo fue posible por el trabajo previo en el desarrollo de los marcadores moleculares asociados a los genes de interés reflejado en dos tesis de doctorado que se llevaron a cabo en la Facultad de Ciencias Agropecuarias de las UNC con cofinanciación y coordinación del Criadero El Carmen y convenios de asistencia técnica y desarrollo tecnológico entre el Criadero y la Universidad Nacional de Río Cuarto, el Instituto de Botánica del Nordeste (CONICET – Universidad Nacional del Nordeste) y el National Peanut Research Laboratory del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
Este hito asociado al desarrollo de un sistema de mejoramiento acelerado (Speed Breeding) actualmente a nivel de prototipo en las instalaciones del Criadero, permitirá poner a disposición de la industria manisera argentina nuevas variedades con resistencia genética a las dos enfermedades combinadas, materiales actualmente inexistentes a excepción de variedades con resistencia al carbón también solo de El Carmen.
En síntesis, mediante la articulación de tecnologías derivadas de la genética, la genómica, la bioinformática, la botánica y el mejoramiento genético, en un verdadero escenario de lo que se conceptualiza como economía del conocimiento o desarrollo traccionado por la innovación, Criadero El Carmen se posiciona nuevamente como líder continental en el desarrollo de nuevas variedades de maní, como lo hiciera en 2003 con la primera variedad Alto Oleico que permitió posicionar a Argentina como el primer exportador de maní premium en el mundo o en 2019 con la primera variedad resistente al carbón.