Hay muchas hectáreas que se han arrendado fuera del momento óptimo y con malezas avanzadas. Si bien existen soluciones químicas para manejarlos, sin duda que esto va a significar un aumento en los costos por mayor uso de herbicidas.
Por el lado de los pronósticos se augura una Niña débil, con lluvias normales para los últimos meses del año y con un bache de humedad o lluvias hacia enero y los primeros días de febrero del año entrante, justo en el período crítico del cultivo.
Evidentemente la gran diferencia con otras campañas es que, en aquellos lotes donde se pudo hacer los barbechos a tiempo y tenerlos bien organizados, la reserva de humedad que hay en el suelo permitirá hacer un mejor manejo.
Si bien el maní es un cultivo bastante tolerante a las deficiencias de humedad, no es resistente a sequía, ni mucho menos. Los expertos señalan que por encima de los 500 mm en todo el ciclo del cultivo, se podrá hacer un maní óptimo y con muy buenos rendimientos.
También advierten que en caso de tener una menor oferta de lluvia, el excedente que se tiene de la campaña pasada servirá para sobrellevar los primeros tiempos del cultivo aunque podría haber deficiencias por enero y parte de febrero.